Digan lo que digan, es cuestión de dinero.
Sin dinero todo se ve peor: el matrimonio, el trabajo y por supuesto la nación.
Soy respetuosa con cualquier sentimiento y todos los individuos tienen derecho a decidir, pero no en cualquier momento. Este es el momento de estar unidos y salir de ésta. Y luego ya se podrá debatir sobre un sistema que está totalmente desgastado y que ha tocado fondo.
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