Sabemos que hace falta el agua en Andalucía. Pero también el dinero. La Semana Santa son unas festividades que suponen un balón de oxígeno para la hostelería y el consumo en nuestra castigada tierra.
Pero como a perro flaco todo le salen pulgas, nos encontramos con que la sequía se rompe en esta semana clave y además tan solo para dejar 4 gotas que pasen inadvertidas a los pantanos.
¡Porca miseria! Imagino los hosteleros recogiendo sus veladores vacios. Los hoteleros gestionando las cancelaciones. Los repartidores la semana que viene escuchando: ¡Tenemos mercancía!
Esperemos que por lo menos, ahora llueva de verdad.